Los universitarios ha sido los últimos en comenzar las clases en esta progresiva vuelta a la rutina por parte de los más jóvenes de la casa.
ASPANSOR colabora con los centros escolares para que el alumnado con discapacidad auditiva y el profesorado tengan al alcance de su mano todos los recursos necesarios para poder recibir e impartir, respectivamente, la mejor educación posible.
Punto de partida
La cooperación es la pieza fundamental para poder ofrecer una educación de calidad, por ello es imprescindible un trabajo en equipo y coordinado entre todos los agentes educativos, desde la Administración hasta el equipo directivo, el personal docente y las familias.
Existe una gran diversidad entre los niños con sordera, pero en general, si no tienen otras necesidades educativas especiales asociadas, el alumno no presenta problemas cognitivos que le impidan acceder a los aprendizajes.
Las dificultades con las que se encuentran los alumnos con discapacidad auditiva son consecuencia de la falta de conocimiento del mundo y de información general, derivados de las dificultades en la interpretación y procesamiento auditivo y lingüístico.
Es primordial tener claro que cada sordera tiene sus propias ‘señas de identidad’ que podemos clasificar en variables internas y externas.
Las variables internas están relacionadas con las condiciones propias de la sordera. Por otro lado, las variables externas representan los contextos en los que se desarrolla la sordera, que influirá en que se desarrollen unas repercusiones u otras.


Comunicación con el alumno con discapacidad auditiva
El profesorado y el resto del alumnado han de tener conocimiento de los sistemas de apoyo a la comunicación oral que utiliza el alumno con discapacidad auditiva para que éste acceda a la información y al contenido académico, pero a su vez, pueda establecer con ellos interacciones comunicativas de calidad.
En el caso del profesorado las pautas básicas que deben interiorizar para poder comunicarse con el alumno son las siguientes:
- Establecer contacto visual: espera a que te esté mirando para empezar a hablar
- Comunicarse de la forma más expresiva posible
- Hablar con naturalidad, vocalizando bien pero sin exagerar, con un ritmo tranquilo
- Facilitar el acceso visual a su boca, hablándole de frente, con la cara bien iluminada
- Facilitar el acceso al vocabulario nuevo, evitando argot y tecnicismos
- Confirmar que ha comprendido sus mensajes
Y en el caso de que no haya entendido las explicaciones, se deberá repetir de forma más sencilla utilizando sinónimos y expresiones más fáciles.